¿DIVORCIO EXPRESS Y LOW COST?

Vivimos en la era del “low cost”, todos nos hemos acostumbrado a elegir determinadas cosas  on-line y por el precio más bajo y esto traslado al campo de los procesos de familia se ha  traducido en la proliferación de ofertas de los denominados “divorcios exprés” y “baratos” 

Pero igual que ocurre con cualquier producto o servicio, no lo más barato es lo mejor para  nosotros y cuando estamos hablando de regular quien va a tener la custodia de nuestros hijos o  en qué casa van a vivir o qué tengo que pagar de pensión, la experiencia nos demuestra que lo  barato puede salir muy caro. Recuerdo una frase que dice “soy demasiado pobre como para  comprar cosas baratas” y esto que parece una contradicción, es una verdad incuestionable. 

En primer lugar, hay que tener claro el concepto de “divorcio exprés” pues se ven páginas web  que “venden” el divorcio exprés como un divorcio que se obtiene sin acudir al Juzgado, pero no  explican (al menos en los llamativos eslóganes) que efectivamente se puede tramitar el divorcio  ante un notario, pero siempre que no existan hijos menores de edad y siempre que un abogado  redacte el convenio regulador. 

Primer punto a tener en cuenta, si existen hijos menores, no podrás evitar el acudir al juzgado  para obtener el divorcio y si te ofrecen otra cosa, al final verás que no era cierto. 

La expresión divorcio exprés surgió tras la reforma operada en los procedimientos de separación  y divorcio en 2005, pues dicha reforma vino a establecer la posibilidad de divorciarse  directamente sin necesidad de pasar previamente por el proceso de separación y sin necesidad  de cumplir ningún requisito, salvo que el matrimonio se haya contraído hace más de tres meses.  Exprés en este caso no equivale a rápido. 

Hoy en día, tramitar un divorcio de mutuo acuerdo ante el Juzgado puede ser más o menos  rápido, dependiendo de si en nuestro partido judicial existe juzgado especializado o no y de lo  saturado o no que esté el juzgado que nos corresponda, pero lo que se puede demorar más es  la negociación del Convenio Regulador que obligatoriamente hay que firmar y lo que es evidente  es que ese Convenio Regulador que va a determinar nuestro futuro y el de nuestros hijos no se  puede reducir a un modelo estereotipado o pre-redactado, pues ello nos traerá, seguro,  problemas en el futuro. 

La experiencia nos dice que son las pequeñas cuestiones del día a día las que pueden provocar  enormes conflictos entre los ex cónyuges y si el Convenio Regulador no está redactado con la  suficiente precisión y atendiendo a las circunstancias concretas del caso, lo más habitual es que  nos veamos obligados, a los pocos meses, a interponer una demanda de modificación de  medidas, porque, por ejemplo, el convenio regulador no es lo suficientemente claro en  determinar qué gastos pueden ser considerados ordinarios o extraordinarios y en qué casos  dichos gastos se pagan o no al 50%… 

En tal caso, el “divorcio exprés” que nos resultó tan barato, nos puede costar mucho más dinero  si no podemos reclamar determinados gastos y si nos vemos obligados a presentar una demanda  contenciosa de modificación de medidas… 

Por eso nuestro departamento de derecho de familia, ofrece asesoramiento personalizado y se  preocupa de negociar y redactar un Convenio Regulador que sea eso realmente, que regule y  prevea todas las circunstancias y evite nuevos procedimientos en el futuro, pues con ello sí que  estamos evitando nuevos y mayores gastos a nuestros clientes. 

 

NO DUDES EN CONSULTARNOS TU SITUACIÓN.

 

 

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